La directiva de los Olmecas de Tabasco se une a la pena que embarga a la familia Manzur Pérez tras el deceso de Don Julián Manzur Priego, importante impulsor del béisbol en la entidad.
La pérdida de Don Julián es un duro golpe para el "rey de los deportes", por muchos años su labor resultó fundamental en el ámbito amateur y fue uno de los principales promotores en la llegada de la Liga Mexicana a tierras tabasqueñas.
A Julián Manzur se le debe recordar siempre, sobre todo por su lucha junto a otros entusiastas para recuperar la franquicia y establecerla de forma definitiva en el estado desde 1977.
Luego de la primera incursión en 1975 con los llamados Cardenales, el equipo se mudó a Nuevo Laredo, sin embargo, se logró traer de vuelta en el 77 para mantenerse ya por casi cuatro décadas. Fundamental resultó en esas negociaciones Julián Manzur, primero en la puja por adquirir a los Cafeteros de Córdoba, sin embargo, finalmente, junto a otros empresarios, compraron a los Bravos de Reynosa.
Contrató a grandes figuras
Fue presidente del equipo desde mediados de 1977 hasta 1982, con el nombre de batalla Plataneros,bajo su batuta se consiguió el primer boleto a los play offs, fue en 1979, un escuadrón aguerrido que tuvo figuras del calibre de Rommel Canada, Ismael Oquendo, Héctor Madrigal, Mike Nagy, Joel Serna, Arturo Bernal,por tan solo mencionar algunos.
Aunque solo logró en una ocasión alcanzar la postemporada, siempre se preocupó por realizar contrataciones de primera categoría, tal es el caso de los ex ligamayoristas Cesar Tovar y Luis Tiant, también logró firmar figuras de la pelota nacional, entre ellos podemos citar a Alfredo "Zurdo" Ortiz, Carlos "Chaflan" López y Jesús Sommers, además de extranjeros que dejaron profunda huella en la afición como Von Joshua, Chuck Rodgers, Paul Herrring y el ya mencionado Mike Nagy.
Pese a que se desligó de la organización como directivo en la primera década de los años ochenta, se mantuvo cerca de posteriores dirigentes, sus puntos de vista y consejos resultaron de gran valía.
Nunca se alejó de su gran pasión, apoyando desde otra trinchera al equipo de sus amores.
Descanse en paz Don Julián Manzur Priego.
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